JW MARRIOTT un refugio histórico en pleno corazón de Cusco

• Por: Bolivia’s Gentlemen

El JW Marriott El Convento Cusco es más que un hotel: es una obra maestra de restauración, instalada en el antiguo Convento de San Agustín (siglo XVI), declarado Monumento Histórico del Perú y parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. Aquí, cada piedra y arco narra una historia de siglos, que ahora convive con la sofisticación contemporánea de una cadena global de lujo.

Habitaciones que combinan lujo y bienestar

Con 146 habitaciones y 7 suites, muchas integrando muros incás originales, el hotel ofrece un descanso especialmente diseñado para la altitud. Todas cuentan con sistemas de oxigenación suplementaria, neutralización del efecto de la altura, junto a amenities premium: marcos de piedra, ropa de cama de calidad, baños de mármol y TV cable. Habitaciones como la Imperial Suite destacan por sus ambientes coloniales, terrazas privadas y vista al claustro ancestral.

Una combinación perfecta de historia y arte

El hotel alberga dos salas de exposición, donde se exhiben artefactos preincaicos, incas, coloniales y de los Agustinos. Elementos reveladores de la historia local, como restos Killke, están protegidos y visibles. En la recepción, una sobremesa de Swarovski representa al dios Inti, con más de 76.000 cristales, réplica del sol inca. Además, los huéspedes pueden participar en un tour guiado por las ruinas subterráneas, una experiencia inmersiva en la arqueología de Cusco.

Sabores de altura: Qespi y más

El restaurante Qespi (“joya” en quechua) es aplaudido por su propuesta que fusiona ingredientes andinos con técnicas contemporáneas, y por su ambiente elegante con vista al emblemático patio colonial. Complementan la experiencia opciones como clases de pisco sour y bar con mixología local. Sin olvidar el generoso buffet de desayuno, con estación de omelettes y productos locales, destacado por visitantes en plataformas como TripAdvisor.

Bienestar & relax en las alturas

El spa Hypnôze es un refugio subterráneo donde terapias inspiradas en la cosmovisión inca revitalizan cuerpo y mente. Cuenta con piscina climatizada, sauna, baño de vapor, cromoterapia y salón de masajes. Los viajeros destacan el piscina cubierta después de una caminata en Machu Picchu.

Ubicación privilegiada

Situado a pasos de la Plaza de Armas, el hotel es ideal para explorar Santa Catalina, el sitio arqueológico de Qorikancha y templos coloniales. La estación de tren a Machu Picchu está a 1 km, y el aeropuerto a 5 km. Perfecto para combinar cultura, historia y aventura.

Hospitalidad local con estándares globales

El personal recibe a huéspedes con infusiones de coca y muña un detalle bienvenido para la altitud y ofrecen oxígeno en habitaciones o en pequeños tanques, una ventaja concreta que viajeros que sufren mal de altura elogian. También es reconocido por su servicio impecable, flexibilidad (como check-in temprano), y amenidades premium como Wi-Fi, shoeshine y un baby alpaca, “Panchita”, que acompaña el desayuno en el patio .

Hospedarse en el JW Marriott El Convento Cusco es vivir entre siglos de historia y moderna excelencia. Es un enclave donde el lujo se mezcla con la arqueología y las tradiciones andinas, donde cada rincón ofrece una experiencia diseñada para el viajero que valora el confort y entiende el poder del pasado.